
Escoge lo que de verdad necesitas estudiar. Si tu profesor realiza sesiones de repaso antes del examen, aprovechala para saber qué temas considera más importantes. Además, puedes plantear preguntas (aunque si no has empezado a estudiar, probablemente tengas demasiadas preguntas). Muchos profesores realizan esquemas para estudiar lo más importante. Aprovéchalos bien. Aunque no contengan toda la información que se abarca en el examen, al menos podrás concentrarte en los puntos principales.
El acto de reescribir el material puede ayudarte a memorizarlo. Si tienes buena memoria visual, esta técnica te ayudará mucho. Si tienes buena memoria auditiva, recita las palabras a medida que las vas escribiendo.
Si tienes suficiente tiempo, puedes escribir las notas varias veces para memorizarlas. Puede parecer un trabajo tedioso, pero si estás tratando de memorizar historia o información general, te resultará muy útil. Si estás tratando de aprender fórmulas quizá no sea tan eficaz.

Identifica los puntos principales. Repasa la guía de estudio y tus notas y localiza los temas más importantes y que se encuentran también en el libro de texto. Busca las secciones más importantes del texto y escribe la información que te parezca realmente importante. La idea no es escribirlo todo, sino encontrar las explicaciones más importantes, y las fórmulas que sea más probable que aparezcan en el examen. Concéntrate en estos pocos puntos principales.
Busca en el comienzo y el final de los capítulos del libro. La primera página suele contener los puntos clave y te ayudará a comprender la idea general del material. En la última página, normalmente, encontrarás un resumen del capítulo, o un esquema, y una lista de las fórmulas más importantes en el caso de las matemáticas o la física.
Piensa en qué tipo de preguntas de redacción podría haber en el examen, y cómo las responderías. A estas alturas, ya deberías tener una idea general de la información. Piensa en un esquema general con algunos conceptos clave que usarías para redactar un texto sobre el tema.
Repasa las tarjetas de preguntas o las notas de estudio primero. Lee los puntos principales rápidamente. Si crees que ya has memorizado, y que comprendes bien, una parte de la información, táchala de la lista o aparta la tarjeta. Si tienes dudas sobre un tema, busca la respuesta en tus notas o en el libro.
Ponte a prueba. Si tu profesor os ha dado un examen de prueba, hazlo. Si no, haz tú mismo un examen de prueba, o repasa las preguntas al final del capítulo en el libro. Haz únicamente las preguntas que estén relacionadas con el tema principal. No dediques demasiado tiempo a cada pregunta. Si te quedas atascado en una, anótala y vuelve a ella más tarde.
Ponte nota. Se honrado con la calificación que te pones a ti mismo. Si no eres honrado, esto te desanimará cuando llegue el examen real. Comprueba las respuestas incorrectas y rectifícalas usando tus notas, o las tarjetas de repaso. Quizá tengas que hacer algunas tarjetas nuevas, o repasar algún concepto que pensabas que ya habías memorizado.
Prueba a usar una mnemotecnia. Esta palabreja simplemente significa “técnica de memorización”, así que es una manera sencilla de recordar algo. ¿Te enseñó tu profesora cuando eras pequeño las letras RNAVAAV para recordar los colores del arcoíris? Usar la primera letra de una lista de palabras para formar un acrónimo como este es una mnemotecnia.
Intenta usar palabras similares, o rimas para memorizar la información. Quizá puedas hacer una rima con alguna frase que te sea fácil de recordar, o quizá crear un historia que puedas visualizar.
Intenta organizar la información por temas. Por ejemplo, si estás estudiando Economía y Finanzas, intenta estudiar juntas las categorías relacionadas. Organiza las materias por conceptos.
Hay estudios que indican que la falta de sueño estropea gradualmente la memoria. Y no solo esto, sino que no dormir evita el uso de la memoria a corto plazo. Así que es mejor que estudies rápidamente antes de que te entre la somnolencia, y que vayas a dormir un poco.
7 Desayuna
Algunos alimentos son especialmente eficaces aumentando la función y la longevidad cerebral, por ejemplo los arándanos, el salmón, las nueces y otros frutos secos, el aguacate, el jugo de pomelo, el te verde o el chocolate amargo. Quizá quieras incluirlos en tu desayuno.
8 Aparta tiempo para una sesión e estudio.
Puedes estudiar en el automóvil o en el autobús con un amigo. Reúnanse varios amigos antes del examen y háganse preguntas unos a otros. Lo que necesitas es que la información esté lo más fresca posible en tu mente. Eso sí, asegúrate de que una sesión de estudio no se convierta en una reunión social.

Llega pronto a la sala del examen y acude al lavabo. Procura estar frente a la sala del examen al menos 5 minutos antes, y asegúrate de visitar el inodoro antes de sentarte a realizar el examen. No te gustaría sentir la llamada de la naturaleza mientras haces el examen. Después de eso, siéntate, relájate, respira hondo y trata de visualizarte aprobando el examen.
Si tienes problemas para mantenerte despierto durante tu sesión de estudio de última hora, pero no tienes tiempo de dormir, come algo que te de energía de manera natural, como un banano o una manzana. Son mucho mejor que la cafeína y, además, no sufrirás un bloqueo mental cuando se pase su efecto.
Justo antes del examen, haz algo de ejercicio. Sube y baja unas escaleras o haz unas flexiones. El ejercicio hace circular la sangre y te relajará. Además, te hará estar bien despierto.
Lee en voz alta. La memoria auditiva es más útil que la simple lectura si quieres memorizar algo rápido.
Elimina todas las distracciones que puedas. Si puedes estudiar sin tu computadora, hazlo. Si debes estudiar frente a la computadora, desconecta el internet temporalmente antes de empezar a estudiar. Si necesitas buscar información en internet deberás tener mucho autocontrol.
Descansa un poco regularmente. Descansar te ayudará a mantenerte despierto, y también pueden evitar que te agobies. Descansa de 5-10 minutos cada hora.
Beber mucha agua te ayuda a pensar con claridad y, más importante aún, te hidrata. Recuerda que la cafeína es diurética. Si has estado bebiendo café para estudiar hasta tarde por la noche, recuerda rehidratarte bien.
El olor a canela (como en los chicles de canela) puede ayudar a que te concentres, así que, si puedes, consigue unos cuantos y úsalos mientras estudias.
Quizá te resulte más fácil repasar si estás con un compañero de estudios. Puedes hacerte preguntas mientras estudias. Algunas personas, sin embargo, tienden a distraerse, así que decide sabiamente.
Si todavía sigues leyendo esta guía y no has comenzado a estudiar, ¡Hazlo ahora! Sigue los consejos y seguro que te irá mejor.
Incluso si apruebas el examen usando esta manera de estudiar, no esperes recordar el material un par de días después. Normalmente, se recuerda mejor lo aprendido si se hace gradualmente. Estudiar a última hora es solo una manera de memorizar algo a corto plazo. Si necesitas recordar el material para usarlo más adelante (como sucede con fórmulas matemáticas) necesitarás repasar la información después del examen.
Evita la tentación de hacer trampas. Si consigues un 5/10 tú solo, te sentirás mejor que sacando un 9/10 haciendo trampas. Incluso si no te molesta la conciencia, estarías corriendo un grave riesgo. Los profesores no suelen tolerar a los tramposos y, si te descubren, las consecuencias pudieran ser mucho peores que un simple 0 en el examen. Serán cada vez más exigentes contigo, y no te ayudarán más adelante aunque empieces a esforzarte. Además, en muchos centros de estudios se penaliza con suspensión o expulsión de la clase. ¡En países como Bangladesh se penaliza incluso con cárcel!
No dormir y tomar demasiada cafeína son una mezcla muy perjudicial para tu salud. Deberías evitarlo dentro de lo posible. Además, la privación de sueño ralentiza tu velocidad de respuesta, así que piénsalo bien si vas a conducir tu automóvil o tu moto después de estudiar toda la noche.
No tomes esto como un hábito. Así nunca aprenderás nada de lo que estudias.